Ed Sheeran se ha convertido en una de las figuras más importantes del pop internacional. El artista inglés, reconocible en cualquier lugar gracias a su cabellera pelirroja y su larga lista de éxitos, ha conocido de primera mano lo que es el sufrimiento, a pesar de su exitosa carrera musical. A punto de lanzar un documental junto a Disney+, ‘Ed Sheeran: La suma de todo’, en el que se aborda su vida, el cantante ha concedido su entrevista más personal al medio Rolling Stone, donde ha desvelado algunos de los aspectos más íntimos de su vida, como que llegó a desarrollar un trastorno alimentario o que se ha planteado en varias ocasiones quitarse la vida.
«Siempre he tenido momentos muy bajos en mi vida, pero no fue realmente hasta el año pasado cuando realmente lo abordé», confiesa el artista. El 2022 fue un año complicado para Ed Sheeran, pues tuvo que hacer frente a la muerte de dos amigos muy cercanos, el productor Jamal Edwards y el jugador de criquet Shane Warne, así como a la dura enfermedad que afectó a su mujer durante el embarazo de su segunda hija, la pequeña Jupiter Seabor Sheeran, quien nació en mayo del mismo año. A Cherry Seabon, esposa del artista y madre de sus dos hijas, le detectaron un tumor poco antes de dar a luz, lo que hizo que una experiencia tan dulce y bonita se viera enturbiada por los miedos. Por suerte, Seabon consiguió recuperarse y ahora disfruta de sus dos pequeñas junto a su marido.
Las muertes de Edwards y Warne, trágicas e inesperadas, fueron el golpe que terminó por hundir al artista. El productor tuvo un paro cardiaco a los 31 años a causa de la ingesta de alcohol y sustancias estupefacientes. Ese momento marcó un antes y un después en la vida del cantante, quien también estaba muy metido en el consumo de alcohol y drogas. A partir de ahí, Sheeran comenzó a sentirse «ahogado» y entró en «una espiral de miedo, depresión y ansiedad» que le hizo replantearse su vida. En una desgarradora confesión, Ed Sheeran reconoce haber pensado en suicidarse, algo que le hace sentirse egoísta y avergonzado, sobre todo como padre. «Sentí que no quería vivir más. He sufrido esto toda mi vida… Estás bajo las olas, ahogándote. Estás metido hasta el fondo y no puede salir de ello», revela.
Por suerte, el artista contó en todo momento con el apoyo de su mujer, quien ha sido un factor clave en su recuperación. Fue ella quien lo animó a buscar terapia, a aceptar sus sentimientos y a alejarse de forma definitiva del alcohol y las drogas, especialmente por el bien de sus hijas. El cantante confiesa tener una personalidad «muy adictiva», por lo que le ha resultado demasiado fácil en ocasiones caer en los excesos. La muerte de su amigo Jamal Edwards y las palabras de su mujer le hicieron reflexionar y decidió cambiar: «Nunca, nunca, volvería a tocar nada, porque así es como murió Jamal. Y eso es una falta de respeto a su memoria».
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